Muchos propietarios ni siquiera tienen que pensar en pagar sus impuestos sobre la propiedad. Sus prestamistas hipotecarios incluyen una doceava parte de la cantidad anual en cada uno de sus pagos hipotecarios mensuales y remiten los impuestos en su nombre. Es un proceso conocido como «escrowing».
Sin embargo, si sus prestamistas no hacen esto, los propietarios tienen que pagar estos impuestos por separado por su cuenta. Si pasa por tiempos difíciles, un familiar cariñoso o un amigo generoso de la familia puede ir a la oficina de impuestos y pagar el saldo por usted. Si no tiene este tipo de ayuda y sus impuestos se atrasan, la autoridad fiscal puede emitir un gravamen fiscal sobre su casa o vender la casa en una subasta. Dependiendo de las leyes de su estado, un inversionista puede venir y satisfacer ese gravamen a cambio de la propiedad.
Consejo
Los inversionistas pueden adquirir el derecho de ejecución hipotecaria o simplemente tomar posesión de una vivienda cuando pagan impuestos sobre la propiedad sobre una vivienda con gravamen fiscal.
Los gravámenes fiscales tienen prioridad
Los impuestos a la propiedad no pagados se convierten en un gravamen contra los bienes inmuebles. Es un gravamen de primera prioridad, por lo que tiene prioridad incluso sobre las hipotecas. Esto significa que si se vendiera una casa, los impuestos se pagarían primero de los ingresos. Otros gravámenes, incluido el saldo de la hipoteca, solo obtendrían lo que sobra.
El gravamen fiscal está en manos de la autoridad fiscal, que generalmente es el gobierno local. Dependiendo de la ley estatal, la autoridad fiscal puede usar el gravamen para ejecutar la hipoteca de la vivienda y venderla en una venta de impuestos para cobrar el gravamen. O podría vender el gravamen en su lugar, lo que le da al comprador el derecho de tomar la propiedad.
Pagar los impuestos sobre la propiedad de otra persona
Los gravámenes fiscales se venden en una variedad de formas, según el estado. En primer lugar, el aviso de morosidad fiscal normalmente se publicará en el periódico local, alertando a los inversores sobre lo que está pasando. En la mayoría de los estados, la autoridad fiscal no tiene que llevar al dueño de la propiedad a los tribunales antes de iniciar este proceso.
La autoridad fiscal podría entonces simplemente vender la casa en una subasta, satisfaciendo el gravamen fiscal con los fondos del comprador. En otros estados, la autoridad fiscal subastará un certificado de gravamen fiscal en lugar de la propiedad real. Los postores pueden «ganar» el certificado pagando los impuestos sobre la propiedad en nombre del propietario.
El certificado permite que el postor ganador eventualmente tome posesión de la propiedad, generalmente mediante la ejecución hipotecaria. Pero en algunos estados, después de un período de tiempo, el certificado puede convertirse automáticamente en una escritura a nombre del comprador.
El Período de Redención
Los certificados de gravamen fiscal vienen con un derecho de redención. El propietario puede volver a comprar la propiedad dentro de un período de tiempo determinado si se ha vendido directamente, pagando el precio de venta más los intereses y también algunos otros costos y tarifas adicionales. El comprador no es propietario oficial de la casa hasta que pasa el período de redención y el propietario no ha tomado medidas durante ese tiempo.
En el caso de un certificado de venta de impuestos en lugar de la venta de la propiedad, el propietario generalmente puede redimir el certificado pagando al comprador la cantidad de impuestos pagados en su nombre, más intereses y posiblemente multas.
La duración de los períodos de redención varía según la ley estatal, pero puede durar hasta un año. Algunas autoridades fiscales ofrecen períodos de redención adicionales antes de vender la propiedad o un certificado de gravamen fiscal sobre ella.
Si el prestamista hipotecario paga los impuestos
Los prestamistas no quieren que nada de esto suceda más que los propietarios de viviendas. Recuerde que una hipoteca no tiene la máxima prioridad de pago en una venta de impuestos.
Los prestamistas hipotecarios a menudo intervendrán para pagar los impuestos a la propiedad pendientes en esta situación. Por supuesto, el monto se agregará al saldo de la hipoteca del propietario, o recibirá una factura por los impuestos pagados en su nombre, y eso podría resultar en una ejecución hipotecaria si no se reembolsa al prestamista.
